El Santuario se encuentra ubicado junto a la Plaza del atrio de la Virgen de las Huertas, fuera del centro urbano de la ciudad de Lorca, en la diputación de Tiata.
Cuenta la leyenda que en 1242, el ejército del Rey Alfonso X el Sabio se vio favorecido por una densa niebla
que le ayudó en sus planes estratégicos. En su tienda real situada en Las Huertas, se había colocado la imagen de nuestra Señora, la cual siempre acompañaba al Rey después de la victoria. Quiso el rey que dicha imagen quedara en Lorca custodiando la plaza, de manera que allí mismo se construyó el santuario.
Se trata de un conjunto de edificios religiosos formado por el convento y la iglesia. Esta última es típica del barroco murciano conventual.
Destaca la pintura mural tanto del convento como de la iglesia. Las pinturas del interior fueron realizadas por Fernández de Espinosa (quien también decoró la cúpula de la capilla del Rosario junto a la iglesia de Sto. Domingo) y Rebolloso Jiménez.
En la iglesia está enterrado el historiador Cánovas Cobeño y en una capilla levantada a comienzos del siglo XX tienen sus sepulturas los condes de San Julián, en cuya cripta se colocó una alegoría de la muerte (relieve de un ángel) esculpida por Mariano Benlliure.
En el año 2000 se llevó a cabo una intervención arqueológica en el subsuelo del convento hallando importantes restos de época musulmana.
Titularidad: Orden de frailes menores, franciscanos.
Grado de Protección: 1.
Estilo: Barroco y Ecléctico.
Periodo: Siglo XVIII y principios del siglo XX.
Dirección: Paseo Alfonso X el Sabio, 2. Diputación de Tiata.Lorca .Lorca
ARQUITECTURA
El interior
La iglesia de planta de cruz latina, con una sola nave de cuatro tramos y capillas laterales intercomunicadas;El interior
se cubre la nave con bóveda de cañón con lunetos; el crucero lo hace con cúpula de media naranja, ciega y sin tambor.
En el presbiterio, que tiene forma semicircular, se abre el camarín de la titular, de planta rectangular decorado bellamente con pinturas del siglo XVIII.
![Cúpula de la Iglesia [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca] Cúpula de la Iglesia [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca]](http://www.regmurcia.com/servlet/integra.servlets.Imagenes?METHOD=VERIMAGEN_55193&nombre=Cupuladelaiglesia_res_300.jpg)
El exterior
![Capilla [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca] Capilla [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca]](http://www.regmurcia.com/servlet/integra.servlets.Imagenes?METHOD=VERIMAGEN_55190&nombre=CapilladelosCondesdeSanJuli_res_300.jpg)
Es una construcción barroca del siglo XVIII, donde destaca la ecléctica Capilla del Conde de San Julián. Esta Capilla, de principios del siglo XX, está situada en el lado del Evangelio, junto al presbiterio. Al exterior, presenta fachada formada por pilastras también eclécticas entre las que se articulan ventanas; remate con frontón semicircular y adornos de palmetas a uno y otro lado de la fachada. En su cripta se encuentra un bello sepulcro, obra de Mariano Benlliure.
HISTORIAS Y PERSONAJES
Historia
La fundación
![Vista del Interior [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca] Vista del Interior [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca]](http://www.regmurcia.com/servlet/integra.servlets.Imagenes?METHOD=VERIMAGEN_55201&nombre=Interiordelaiglesia2_res_300.jpg)
Siglos XVII y XVIII
La riada de 1653 arruinó por completo el convento, teniendo que levantarse de nuevo desde los cimientos, en parte con las aportaciones de los franciscanos y en parte con la venta de capillas a particulares. La portada de acceso a la iglesia se erigía hacia 1690, y se puede atribuir a Lorenzo de Mora y Manuel Rodríguez Serrano, canteros que habían hecho una igual para el convento de Santa Ana en 1687. El claustro y la escalera de acceso a su parte superior de 1670. Mientras que en 1677 ya estaba construido el camarín de la Virgen, para por último, a partir de 1739, y hasta 1742 construirse el antecamarín.
El Concejo, que era patrono del convento, no pudo acudir a paliar los gastos de la capilla mayor por
encontrarse sin fondos. Esta se le brindó a una grande de España, a la Marquesa de Santa Cruz, quien parece ser llegó a ser enterrada bajo el camarín de la Virgen y ayudó con dinero a las obras del templo, favoreciendo su adorno. El Concejo, por su parte, para favorecer en lo que pudo al convento, consiguió de Carlos II que se trasladaran los 15 días de feria franca que tenía por San Martín entre el 8 y el 22 de Septiembre, festividad de la Virgen de las Huertas, y para que hubiera concurso de gente en las cercanías del enclave religioso acondicionó un recinto junto al convento. Todo ello se traduciría en abundantes limosnas y en la expansión de la devoción a la imagen.
Siglos XIX y XX
El convento, como el resto de los establecimientos religiosos regulares de Lorca (Mercedarios, San Juan de Dios, Dominicos y Carmelitas, ya que los jesuitas habían sido expulsados de España en 1773) fue desamortizado en 1835 y su comunidad exclaustrada, aunque ésta se repondría mediante la compra del edificio por particulares y su posterior entrega a la Orden Franciscana.
La vieja torre del convento, que se cayó en 1901, fue levantada nuevamente, junto al camarín, por el arquitecto murciano José A. Rodríguez en 1902. En 1903 los condes de San Julián levantan su capilla, de estilo ecléctico, que dio el aspecto final al convento patronal que adquirió tal condición a finales de la década de los 50 del siglo XIX.
Personajes
Entre los personajes más destacados que tuvieron relación con el Santuario de la patrona de Lorca, Santa María la Real de las Huertas, cabe citar los siguientes:
Fray Pedro Morote, franciscano en quien confluyeron los suficientes conocimientos de historia local y teología para idear la decoración pictórica del Santuario en el siglo XVIII.
Los artífices de los simbólicos ciclos pictóricos fueron Baltasar Martínez Fernández de Espinosa y Antonio José Rebolloso Jiménez, pintores locales del siglo XVIII, que realizaron los ciclos pictóricos en el convento de la Virgen de las Huertas que hacen alusión a los personajes relevantes de la Orden franciscana, a la Virgen de las Huertas como protectora de la ciudad y a la definición del dogma de la Inmaculada Concepción.
Martínez Fernández de Espinosa también realizó unas buenas pinturas al temple, en la cúpula y pechinas de la Capilla del Rosario de la iglesia de Santo Domingo de Lorca, con motivos y personajes de la Orden dominica.
La torre fue proyectada por el arquitecto murciano José Antonio Rodríguez en 1903. José Antonio Rodríguez nació en Murcia en 1868 y desarrolló su obra a partir de 1893, año en que se tituló. Se considera discípulo de Millán al que llama "maestro". A principios de 1897, Millán propone al Cabildo que nombren al arquitecto como su suplente en la Diócesis, haciéndose cargo de la supervisión de las numerosas obras en iglesias y conventos que Millán tenía pendientes, ocupándose entonces por tanto de la nueva torre del Convento Virgen de las Huertas. Para la Diócesis de Cartagena construye también el Hospital de sacerdotes llamado al Convalecencia en 1912.
OBRAS
![Capilla Corazón de Jesús [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca] Capilla Corazón de Jesús [Santuario Virgen de las Huertas de Lorca]](http://www.regmurcia.com/servlet/integra.servlets.Imagenes?METHOD=VERIMAGEN_55188&nombre=CapillaCorazondeJesus_res_300.jpg)
Paralelamente al avance de las obras de restauración del complejo monástico de las Huertas tras la riada de 1653, se embelleció con pinturas el templo, el antecamarín de la Virgen y la escalera de la Tota Pulchra. Se realizaron en varias fases entre 1720 y 1760, y se deben a los pinceles de los lorquinos Baltasar Martínez Fernández de Espinosa y Antonio José Rebolloso Jiménez.
Pinturas de la cúpula, nave principal y crucero de la iglesia
Para los lunetos y cúpula de la iglesia se escogieron temas relativos a la exaltación de la Concepción

Pinturas del antecamarín de la Virgen

importante papel reservado por Dios a la Virgen Inmaculada en la redención del género humano, como intercesora para la salvación de las almas. En su calidad de protectora, la Virgen de las Huertas favorece también a sus devotos, un argumento que se emplea como recurso para, utilizando la historia de Lorca y del propio convento, enumerar y pintar aquellas gracias que por mediación de esta advocación mariana habían logrado tanto la ciudad como sus moradores. Un friso con reyes de España nos recuerda los privilegios concedidos a Lorca por mediación de la Virgen de las Huertas, y otro situado en la parte baja hace referencia a los milagros más significativos que la Virgen realizó.
Escalera de la Tota Pulchra
La escalera de la Tota Pulchra, es un espacio reservado a la comunidad. Las escenas pintadas en los muros
y la cúpula están enteramente dedicadas a la Virgen. Las diversas imágenes proceden de una serie de sermones del padre Morote, y componen, un "sermón plástico" de los que se conocen muy pocos ejemplos en el arte español. Toda la representación gira en torno a la identificación de la Virgen María como Ciudad de Dios (JERUSALÉN CELESTIAL) y a la exposición de los principales hitos históricos y teológicos acaecidos hasta ese momento en favor de la declaración del dogma de la Inmaculada Concepción. Entre los personajes representados destacan la
INMACULADA, SANTO DOMINGO Y SAN FRANCISCO.
Otras obras
El interior del santuario cuenta con varias obras artísticas (imágenes, cuadros, etc.), entre ellas los lienzos de Muñoz Barberán en el antecamarín, realizados recientemente, que representan escenas de la vida de la Virgen: "Nacimiento de la Virgen", "Presentación en el templo", los "Desposorios" y el "Nacimiento de Jesús". Se trata de óleos sobre lienzo.
Como único resto del primitivo convento del siglo XV, que perduró hasta la riada de 1653, ha quedado un relieve escultórico de la Piedad que algunos creen fue parte del retablo mayor, aunque Espín Rael pensaba que pudo corresponder al tímpano de la principal puerta de acceso al templo. Representa a la Virgen con el Cristo muerto y a ambos lados un San Juan y una Magdalena. Está a la entrada, a la derecha, entrando por la puerta que da a la plaza.
La vieja escultura de la Virgen de las Huertas hubo de ser repuesta tras la guerra civil con una buena reproducción realizada por el escultor Sánchez Lozano en 1940. Se trata de una representación de la Virgen con el Niño de tamaño menor que el natural. El día 8 de septiembre es la festividad de Nuestra Señora de las Huertas, que se celebra solemnemente en su santuario. Tradicionalmente se celebra una romería popular.
En la cripta de los Condes de San Julián se encuentra una lápida de mármol del valenciano Mariano Benlliure realizada en 1907. Se trata de la alegoría de la muerte: al lado de un ataúd, adornado con adormideras, un ángel con vestiduras vaporosas apaga una llama simbolizando el final de la vida.
Jerusalén Celeste con Inmaculada y Ángeles
Pintura mural. Tamaño bastante grande.
Se trata de la representación de la Jerusalén Celeste sobre la cúpula de la escalera de la Tota Pulchra.
Se representa murada con doce puertas guardadas por ángeles, que figuran bajo el arco de las mismas. Hay tres puertas en cada punto cardinal. Una multitud de edificios aparece tras las murallas.
La pintura se adapta a la descripción que hace Juan en el libro del Apocalipsis o Revelación.
En el centro de la cúpula, en el florón central, un cordero rodeado por un círculo del que irradian haces de luz y en el que se lee con cierta dificultad: 'Et civitas non eget sole neque luna...' Que significa traducido: 'Y la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna para que resplandezcan sobre ella, porque la claridad de Dios ilumina, y el Cordero es su lumbrera'.
En el cielo, se contempla entre la ciudad y el anillo donde se halla el Cordero, la figura de la Inmaculada, en torno a la cual gira el ciclo pictórico de la escalera.
En ese mismo espacio, se concitan tres ángeles con un libro cada uno y con sendas filacterias.
Observaciones
La escalera de la Tota Pulchra es una maravilla que sorprende por la belleza de sus pinturas. Ni un solo centímetro de ella está sin decorar.
Nombre: Jerusalén Celeste con Inmaculada y Ángeles.
Objeto: Pintura.
Autor: Antonio José Rebolloso.
Fecha: Siglo XVIII.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
Se trata de la representación de la Jerusalén Celeste sobre la cúpula de la escalera de la Tota Pulchra.
Se representa murada con doce puertas guardadas por ángeles, que figuran bajo el arco de las mismas. Hay tres puertas en cada punto cardinal. Una multitud de edificios aparece tras las murallas.
La pintura se adapta a la descripción que hace Juan en el libro del Apocalipsis o Revelación.
En el centro de la cúpula, en el florón central, un cordero rodeado por un círculo del que irradian haces de luz y en el que se lee con cierta dificultad: 'Et civitas non eget sole neque luna...' Que significa traducido: 'Y la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna para que resplandezcan sobre ella, porque la claridad de Dios ilumina, y el Cordero es su lumbrera'.
En el cielo, se contempla entre la ciudad y el anillo donde se halla el Cordero, la figura de la Inmaculada, en torno a la cual gira el ciclo pictórico de la escalera.
En ese mismo espacio, se concitan tres ángeles con un libro cada uno y con sendas filacterias.
Observaciones
La escalera de la Tota Pulchra es una maravilla que sorprende por la belleza de sus pinturas. Ni un solo centímetro de ella está sin decorar.
Nombre: Jerusalén Celeste con Inmaculada y Ángeles.
Objeto: Pintura.
Autor: Antonio José Rebolloso.
Fecha: Siglo XVIII.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
La Virgen de las Huertas
Es una talla realizada en madera policromada, de tamaño menor que el natural.
Se trata de la Virgen con el Niño, llamada Virgen de las Huertas por la ubicación física del santuario donde se aloja la imagen.
Cuenta la leyenda que el príncipe don Alfonso, posteriormente Alfonso X el Sabio, cuando llego a Lorca para expulsar a los árabes, traía consigo una imagen desde Zamora, a la que imploraba auxilio para sus campañas militares.
Esa hermosa talla que ponía en su tienda real, tenía fama milagrosa y la conquista de la ciudadela fue atribuida tanto por el príncipe como por los lorquinos a la intercesión mariana.
Tras su marcha Don Alfonso dejó la imagen en tierra lorquina. Los habitantes lorquinos mostraron su gratitud levantando una ermita en su honor, en el mismo lugar donde había estado ubicada la tienda real.
Esta imagen adquirió mucha fama, y una gran devoción. A lo largo de los siglos sufrió algunos retoques, hasta que un día durante la Guerra Civil, fue destruida.
Al poco tiempo se encargó una replica a Don Emiliano Rojo, pero parece ser que no gusto. Por tanto se hizo un nuevo encargo, esta vez a Sánchez Lozano.
La Virgen esta sentada sobre un cojín, y sostiene con la mano derecha una especie de pera, mientras que con la izquierda sujeta al Niño.
Fue coronada canónicamente, como Patrona de Lorca, en 1944, por el obispo de la Diócesis don Miguel de los Santos Díez y Gomara.
Observaciones
Es una replica, de la primitiva imagen de la Virgen de las Huertas, del siglo XIII, que fue destruida en 1936.
Sánchez Lozano se atuvo fielmente al modelo original.
Nombre: La Virgen de las Huertas.
Objeto: Escultura.
Autor: José Sánchez Lozano.
Fecha: Primera mitad del siglo XX.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
Se trata de la Virgen con el Niño, llamada Virgen de las Huertas por la ubicación física del santuario donde se aloja la imagen.
Cuenta la leyenda que el príncipe don Alfonso, posteriormente Alfonso X el Sabio, cuando llego a Lorca para expulsar a los árabes, traía consigo una imagen desde Zamora, a la que imploraba auxilio para sus campañas militares.
Esa hermosa talla que ponía en su tienda real, tenía fama milagrosa y la conquista de la ciudadela fue atribuida tanto por el príncipe como por los lorquinos a la intercesión mariana.
Tras su marcha Don Alfonso dejó la imagen en tierra lorquina. Los habitantes lorquinos mostraron su gratitud levantando una ermita en su honor, en el mismo lugar donde había estado ubicada la tienda real.
Esta imagen adquirió mucha fama, y una gran devoción. A lo largo de los siglos sufrió algunos retoques, hasta que un día durante la Guerra Civil, fue destruida.
Al poco tiempo se encargó una replica a Don Emiliano Rojo, pero parece ser que no gusto. Por tanto se hizo un nuevo encargo, esta vez a Sánchez Lozano.
La Virgen esta sentada sobre un cojín, y sostiene con la mano derecha una especie de pera, mientras que con la izquierda sujeta al Niño.
Fue coronada canónicamente, como Patrona de Lorca, en 1944, por el obispo de la Diócesis don Miguel de los Santos Díez y Gomara.
Observaciones
Es una replica, de la primitiva imagen de la Virgen de las Huertas, del siglo XIII, que fue destruida en 1936.
Sánchez Lozano se atuvo fielmente al modelo original.
Nombre: La Virgen de las Huertas.
Objeto: Escultura.
Autor: José Sánchez Lozano.
Fecha: Primera mitad del siglo XX.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
La Inmaculada
Pintura mural. Tamaño bastante grande.
Se trata de la representación de la Inmaculada con Santo Domingo y San Francisco en el lienzo de pared frontal de la escalera de la Tota Pulchra.
Parece ser que la idea de este ciclo pictórico se debe a fray Pedro Morote, ya que por sus escritos, por su preparación teológica, y, sobre todo, porque vivía en el convento durante la realización de las pinturas, no es posible pensar en otra persona.
La pared frontal tiene en el centro la figura de la Inmaculada con los símbolos de la letanía.
Tiene la Virgen un pedestal compuesto de la esfera terrestre, donde esta la serpiente original y una semiluna. Por debajo de estos elementos, una nube con tres pequeños ángeles.
Sobre la esfera en el lado izquierdo de la Inmaculada otro ángel con rosas y con una vara de azucenas.
A la derecha de la Virgen se halla Santo Domingo, alado, sobre un globo terráqueo. Es curioso el detalle del perro que asoma por detrás con una antorcha en la boca. Esto hace referencia al sueño que tuvo la madre de Santo Domingo cuando estaba embarazada de él.
Santo Domingo sostiene con su mano derecha una jarra de la que sale agua, en dirección a los pies de la Virgen. Con ese mismo brazo sujeta un estandarte, en el que se ven el escudo de los dominicos y la inscripción ¡Ave María!.
Al otro lado de la Inmaculada, se encuentra San Francisco, también alado, con los pies sobre dos esferas circundadas por cordones franciscanos. Con el brazo izquierdo sostiene un estandarte, con el escudo de los franciscanos y la inscripción: 'Sin pecado concebida'. En la mano lleva una jarra de la que brota sangre.
Observaciones
La escalera de la Tota Pulchra es una de las joyas de la pintura murciana. Es un lugar privado de la comunidad franciscana, un espacio íntimo para los frailes que deben pasar por el varias veces a lo largo del día.
Se desarrolla en toda la escalera un ciclo pictórico que llama al recogimiento y a la meditación sobre un asunto concreto: 'El dogma de la Inmaculada'.
Nombre: La Inmaculada.
Objeto: Pintura.
Autor: Antonio José Rebolloso.
Fecha: Siglo XVIII.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
Se trata de la representación de la Inmaculada con Santo Domingo y San Francisco en el lienzo de pared frontal de la escalera de la Tota Pulchra.
Parece ser que la idea de este ciclo pictórico se debe a fray Pedro Morote, ya que por sus escritos, por su preparación teológica, y, sobre todo, porque vivía en el convento durante la realización de las pinturas, no es posible pensar en otra persona.
La pared frontal tiene en el centro la figura de la Inmaculada con los símbolos de la letanía.
Tiene la Virgen un pedestal compuesto de la esfera terrestre, donde esta la serpiente original y una semiluna. Por debajo de estos elementos, una nube con tres pequeños ángeles.
Sobre la esfera en el lado izquierdo de la Inmaculada otro ángel con rosas y con una vara de azucenas.
A la derecha de la Virgen se halla Santo Domingo, alado, sobre un globo terráqueo. Es curioso el detalle del perro que asoma por detrás con una antorcha en la boca. Esto hace referencia al sueño que tuvo la madre de Santo Domingo cuando estaba embarazada de él.
Santo Domingo sostiene con su mano derecha una jarra de la que sale agua, en dirección a los pies de la Virgen. Con ese mismo brazo sujeta un estandarte, en el que se ven el escudo de los dominicos y la inscripción ¡Ave María!.
Al otro lado de la Inmaculada, se encuentra San Francisco, también alado, con los pies sobre dos esferas circundadas por cordones franciscanos. Con el brazo izquierdo sostiene un estandarte, con el escudo de los franciscanos y la inscripción: 'Sin pecado concebida'. En la mano lleva una jarra de la que brota sangre.
Observaciones
La escalera de la Tota Pulchra es una de las joyas de la pintura murciana. Es un lugar privado de la comunidad franciscana, un espacio íntimo para los frailes que deben pasar por el varias veces a lo largo del día.
Se desarrolla en toda la escalera un ciclo pictórico que llama al recogimiento y a la meditación sobre un asunto concreto: 'El dogma de la Inmaculada'.
Nombre: La Inmaculada.
Objeto: Pintura.
Autor: Antonio José Rebolloso.
Fecha: Siglo XVIII.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
El Nacimiento
Óleo sobre lienzo. Tamaño bastante grande.
Se trata de la representación del Nacimiento de Cristo. Evangelio de Lucas, capítulo 2, versículos del 1 al 20.
Como narran los Evangelios, Cesar Augusto, el emperador del Imperio Romano, había decretado que se hiciera un censo, de modo que todos tenían que regresar a la ciudad donde habían nacido para apuntarse en el registro.
Esa es la razón por la que José viajaba con María hacia la ciudad de Belén. En aquellos momentos eran muchas las personas que se habían desplazado hacia la ciudad para registrarse, por lo que las posadas estaban repletas.
María se encontraba en avanzado estado de gestación. De modo que se refugiaron en un establo. Fue allí donde nació el Mesías, cumpliendo la profecía predicha desde hacia mucho tiempo en las Escrituras, sobre donde habría de nacer el gobernante prometido.
Muñoz Barberán ha realizado una magnífica interpretación del relato. María envuelve a Jesús en bandas de tela, y lo mantiene sobre su regazo con gran ternura.
Tras la figura de María y del Niño, un buey y un asno. Delante contemplando al Niño, esta José sentado en un pequeño taburete. Y tras el, los ángeles.
Desde el techo desquebrajado puede contemplarse una noche estrellada y una luz que alumbra la figura del Mesías.
Jesús nació a comienzos del otoño, es decir a fines de septiembre principios de octubre, tal como muestran los relatos bíblicos y la propia historia. Y no el 25 de diciembre, que es el día del nacimiento del sol, conocido en el mundo antiguo como las Saturnales.
La composición esta muy bien conseguida. Los tonos son suaves y muy cálidos.
Observaciones
Se encuentra ubicada en la pared derecha del antecamarín, justo a la entrada de este.
Los lienzos que hoy día alberga el camarín son obra de Manuel Muñoz Barberán. Estos sustituyen a otros que fueron destruidos durante la Guerra Civil.
Los pasajes representados eran el Nacimiento de la Virgen, la presentación en el templo, los Desposorios y el Nacimiento de Jesús.
Nombre: El Nacimiento.
Objeto: Pintura.
Autor: Manuel Muñoz Barberán.
Fecha: Principios del siglo XXI.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.
Se trata de la representación del Nacimiento de Cristo. Evangelio de Lucas, capítulo 2, versículos del 1 al 20.
Como narran los Evangelios, Cesar Augusto, el emperador del Imperio Romano, había decretado que se hiciera un censo, de modo que todos tenían que regresar a la ciudad donde habían nacido para apuntarse en el registro.
Esa es la razón por la que José viajaba con María hacia la ciudad de Belén. En aquellos momentos eran muchas las personas que se habían desplazado hacia la ciudad para registrarse, por lo que las posadas estaban repletas.
María se encontraba en avanzado estado de gestación. De modo que se refugiaron en un establo. Fue allí donde nació el Mesías, cumpliendo la profecía predicha desde hacia mucho tiempo en las Escrituras, sobre donde habría de nacer el gobernante prometido.
Muñoz Barberán ha realizado una magnífica interpretación del relato. María envuelve a Jesús en bandas de tela, y lo mantiene sobre su regazo con gran ternura.
Tras la figura de María y del Niño, un buey y un asno. Delante contemplando al Niño, esta José sentado en un pequeño taburete. Y tras el, los ángeles.
Desde el techo desquebrajado puede contemplarse una noche estrellada y una luz que alumbra la figura del Mesías.
Jesús nació a comienzos del otoño, es decir a fines de septiembre principios de octubre, tal como muestran los relatos bíblicos y la propia historia. Y no el 25 de diciembre, que es el día del nacimiento del sol, conocido en el mundo antiguo como las Saturnales.
La composición esta muy bien conseguida. Los tonos son suaves y muy cálidos.
Observaciones
Se encuentra ubicada en la pared derecha del antecamarín, justo a la entrada de este.
Los lienzos que hoy día alberga el camarín son obra de Manuel Muñoz Barberán. Estos sustituyen a otros que fueron destruidos durante la Guerra Civil.
Los pasajes representados eran el Nacimiento de la Virgen, la presentación en el templo, los Desposorios y el Nacimiento de Jesús.
Nombre: El Nacimiento.
Objeto: Pintura.
Autor: Manuel Muñoz Barberán.
Fecha: Principios del siglo XXI.
Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.